miércoles, 31 de agosto de 2011

BIOGRAFÍA DEL TENOR NAVARRO ÍÑIGO IRIGOYEN ERREA (Capítulo 3º)


Iñigo vistiéndose para actuar
En esta biografía por capítulos Íñigo Irigoyen Errea nos descubre sus más íntimos secretos, nos traslada al blog sus más sinceras sensaciones tras haber saboreado el dulce néctar del aplauso y tener que tomar un camino, un nuevo rumbo  en la vida: o la profesión o la pasión por la música. Avanzamos un paso más en su carrera artística.
-    ¿Tu entrada en la AGAO (Asociación Gayarre Amigos de la Ópera) marcó tu trayectoria?
-    Al poco tiempo de terminar los estudios de canto ingresé en el Coro de la AGAO y caí fascinado por el mundo de la ópera y la zarzuela. Inicié la carrera de canto en el Conservatorio Profesional Pablo Sarasate, hice mis primeros pinitos como solista, mis primeros y TERRIBLES batacazos, mis pánicos escénicos, mis resurrecciones en el escenario... y al finalizar la carrera me di cuenta de que no había futuro como tenor en Navarra, o al menos, no existía ningún camino marcado. Quien deseaba proseguir su carrera debía salir fuera.  Madrid, Barcelona, Alemania... Pero yo trabajaba y no me planteé irme.

A dúo con Sandra Domínguez
-    Con Sandra Domínguez formaste un dúo compenetrado y con futuro, parecía...
-    No me conformé con quedarme como corista sometido al criterio caprichoso de la AGAO para poder hacer algún conciertillo, y en la buena compañía de la soprano Sandra Dominguez, me lancé a crear un recital didáctico de romanzas de Zarzuela y promoverlo personalmente, sabiendo que iba a ser juzgado y criticado por nuestra osadía, pero muy seguro de poder ofrecer un recital muy digno, pues para ello había estudiado los 6 años en el conservatorio, qué coño. No me iba a quedar en casa.
-    De recital en recital, pero con el mismo horizonte incierto.
-   En 2009 dimos nuestro primer recital en Ribaforada, y a ése le siguieron otros muchos en los auditorios de Viana, Lodosa, Falces, Peralta, Sangüesa... Nos recorrimos toda la Ribera de Navarra con un producto sencillo que encandiló a la gente, y ése fue el momento en que nos planteamos hacer "UN PASEO POR EL MUSICAL", un recital de canciones de musicales que llevamos a Baluarte. Pero un espectáculo audiovisual, donde no sólo hay que cantar, sino que hay que sacar las dotes de "showman" para dominar el escenario, aspecto que creo que manejo muy bien.

El tenor navarro triunfa en las Islas Canarias 
 -    Y así es como ha estado Íñigo Irigoyen durante dos años haciendo recitales de zarzuela y musicales sin parar. Más de 20 recitales, lo cual en el ámbito de la lírica en Navarra es un lujo, y lo cual, sabemos de buena tinta, que no ha gustado en determinados círculos. ¿Estoy en lo cierto, Iñigo?
-    Totalmente cierto. Hay gente que trata de vetar nuestra presencia en determinados lugares. No importa.
-    Total, que decides instalarte en Las Palmas, lo que supone un giro importante en tu situación. 
-    Me vine a Las Palmas a iniciar un nuevo proyecto profesional con el compromiso de seguir evolucionando en el musical. Sigo actuando en Navarra ya hemos sacado el espectáculo a Francia, donde parecen mucho más interesados que en España en promover un espectáculo en vivo, divertido, multimedia, didáctico y muy asequible.

Un joven de nuestro tiempo
 -    ¿Puedes compaginar Las Palmas con Navarra?
-    En Las Palmas he dado recitales líricos, y ya he cantado    con la ACO en la ópera, en el Teatro Pérez Galdós y el Auditorio Alfredo Kraus. En noviembre protagonizaré un espectáculo lírico en la isla que me va a tener de gira hasta la primavera, con más de 80 funciones programadas. Mientras tanto, seguiré compaginando con los nuevos conciertos que nos salen constantemente en Navarra.
-    ¿Sientes nostalgia, añoranza de tu ambiente de amigos?
-    Creo que si hay algo que echo de menos de Pamplona es el ambiente de la Cofradía de San Saturnino. Esa gamberrada sanísima capitaneada por el genial Iñaki Lacunza, que me espera siempre con los brazos abiertos y a la que acudo sin dudar siempre que puedo.
-    Estando en esto nació el proyecto de los cachorros de la cofradía, “Las Voces de los Burgos” y la presentación del primer CD, todo un éxito de ventas.
-  Algo de lo que Fran y Manu, los padres de la idea, me habían hablado hace tiempo, y que no tenía más fin que el de grabar unas canciones en un disco con unos dinerillos que nos había dado el Ayuntamiento. Desde el primer momento me volqué con ellos y desde Las Palmas les di todo mi apoyo musical y logístico para hacer más grande un proyecto que no me dejó indiferente y traté de impulsar al máximo y darle toda la cobertura necesaria desde mi perspectiva de la promoción y el marketing. Lo vendimos casi todo y hoy puedo decir que el próximo año, con la grabación del próximo disco y con la experiencia de este primero vamos a arrasar con conciertos, actuaciones y más ventas. Pero sobre todo, como bien dicen Fran y Manu, haciendo lo que pretende el proyecto desde el principio: rescatar las buenas costumbres. Que nos hemos olvidado de cantar y a mí, si algo me ha enseñado el canto, es que hasta el día más gris oscuro se arregla cantando.
Íñigo Irigoyen es un cantante todo terreno, un showman
 -    En este momento, ¿qué es para ti el complicado mundo de la canción?
-    Cantar para mí fue al principio una excentricidad, luego una afición. Llegó a ser una terapia y finalmente, ahora, es casi una profesión. Pero lo que nunca ha dejado de ser para mí es una pasión. 

                                                        (CONTINUARÁ)


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