miércoles, 30 de enero de 2013

ESTE AÑO EN EL GAYARRE: TANGO A RITMO DE PÚA CON LA MEJOR PAREJA DE NAVARRA

LA XII CONCENTRACIÓN DE RONDALLAS OFRECERÁ UNA ESPECTACULAR EXHIBICIÓN DE TANGO A CARGO DE DIEGO/AMAYA Y LA RONDALLA ARMONÍA

LA PAREJA DIEGO-AMAYA, ESPECTÁCULO EN EL GAYARRE
 En todo el mundo, «bailar un tango» es sinónimo de seducción. El tango es un arte complejo construido desde la danza.

LA PAREJA FORMADA POR DIEGO Y AMAYA GOLPEAN CON SU CUERPO LA MÚSICA QUE LLEVAN DENTRO



EL TANGO, PROHIBIDO POR SER UNA INVITACIÓN A LA LUJURIA

El tango como baile nació en el arrabal, donde hombres y mujeres bailaban fuertemente y apasionadamente abrazados. Prohibido por incitación a la lujuria, la gente se vio obligada a practicarlo en lugares ocultos hasta principios del siglo XX. En las dos primeras décadas del siglo pasado, el tango triunfó en clubes nocturnos de París, donde apareció, por primera vez, en 1910, y en otros países latinoamericanos (especialmente Colombia, México y Centroamérica) y luego en Nueva York, donde lo introdujeron bailarines de las clases altas que por esnobismo solían frecuentar los sitios en donde se practicaba en Buenos Aires. El tango comenzó a bailarse entonces en locales nocturnos de sus ciudades de nacimiento y rápidamente pasó a salones populares. Hasta mediados del siglo XX, se bailaba indistintamente en cabarés de lujo y en las llamadas «milongas», pistas habilitadas en clubes barriales y suburbanos de Buenos Aires, Rosario (Argentina) y Montevideo (Uruguay).


CARLOS GARDEL LE DIO FAMA INTERNACIONAL


 

En Medellín (Colombia) la ciudad en donde murió el máximo representante del género en 1935, Carlos Gardel, el tango se convirtió en eje cultural de algunos suburbios de la ciudad, en especial del barrio Guayaquil, en la comuna Manrique. Los buenos bailarines eran ampliamente conocidos y celebrados en las milongas que frecuentaban y sus nombres solían trascender incluso en otras, más alejadas, y en todo el llamado «ambiente de tango».
La fama internacional de esta danza y la posibilidad de ser presentada en shows mundiales dieron lugar a que se desarrollaran coreografías más audaces, con exigencias mayores y figuras gimnásticas y de la danza clásica que los bailarines de las milongas solían desdeñar. El tango dejó casi de bailarse a partir de los años sesenta en Buenos Aires. Pervivieron algunas milongas. Sin embargo, en los años ochenta  recibió un nuevo impulso gracias al éxito del espectáculo Tango argentino de Claudio Segovia y Héctor Orezzoli, primero en París y luego en Broadway, generando una tangomanía en todo el globo. Florecieron academias de tango por doquier y gente de todo el mundo comenzó a peregrinar en busca de lugares para bailarlo, especialmente Buenos Aires, promovida turísticamente como la Capital del Tango.
Se distingue actualmente entre el «tango de escenario» y el «tango de salón», o de pista. En Buenos Aires se realiza anualmente un Torneo Internacional de Tango, que se divide entre esas dos categorías y al que asisten participantes diversos países y continentes.


EL TANGO, LENGUAJE CORPORAL DE LA PAREJA


 

El baile tanguero está construido sobre tres componentes básicos: el abrazo, un estilo lento de caminar y la improvisación (Borges decía que «el tango es un modo de caminar»). Pero por sobre todas las cosas el tango debe ser bailado como un lenguaje corporal a través del cual se transmiten emociones personales a la pareja.
Se dice que el tango se baila «escuchando el cuerpo del otro». En el tango la pareja debe realizar figuras, pausas y movimientos improvisados, llamados «cortes, quebradas y firuletes», diferentes para cada uno de ellos, sin soltarse. Es el abrazo lo que hace complicado combinar en una sola coreografía las improvisaciones de ambos.
La escritora argentina Alicia Dujovne Ortiz la ha descrito así: «Un monstruo de dos cabezas, una bestia de cuatro patas, lánguida o vivaz, que vive lo que dura una canción y muere asesinada por el último compás».


DIEGO Y AMAYA, ESCUELA DE BAILE  EN PAMPLONA



La coreografía, diseñada a partir del abrazo de la pareja, es sumamente sensual y compleja. La complejidad de los pasos no hace a la expresión o a lo que se quiere trasmitir durante el baile. Se trata de expresar un sentimiento pleno de sensualidad y no de sexualidad, donde lo primordial no son sólo los pasos o las figuras que hacen los bailarines con los pies. De nada vale una técnica perfecta, o una sincronización perfecta, cuando la expresión facial de los bailarines no trasmiten sentimientos. Todo en la danza del tango está unido, las miradas, los brazos, las manos, cada movimiento del cuerpo acompañando la cadencia del tango y acompañando lo que ellos están viviendo: un romance de tres minutos, entre dos personas que a lo mejor recién se conocen y que probablemente no tengan una relación amorosa en la vida real.
El tango trasciende y llega al corazón de los que contemplan a los bailarines, gracias a los sentimientos que ellos ponen en el baile y obviamente a la calidad de sus coreografías. Cada estrofa musical, cada pasaje, cada tango tiene distintos momentos, no se puede bailar un tango completo siguiendo un patrón de conducta idéntico para toda la melodía. Hay cadencias tristes, alegres, sensuales o eufóricas, finales silenciosos o grandiosos, música in-crescendo o música in-diminuendo, solo expresa sentimientos y estos son los que los bailarines transportan a sus pies y a su cuerpo todo.




Nota de la Redacción.-

En el próximo capítulo ofreceremos una semblanza de la pareja Diego/Amaya que enseñan baile en su escuela propia de Pamplona y que, si no surgen otros compromisos importantes, estarán el 9 de junio en el Teatro Gayarre dando una fantástica demostración de su arte y talento bailando el tango al son de las cuerdas de la Rondalla Armonía, reforzada por el virtuoso acordeonista David Iriarte que forma parte del grupo del Vergel.

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