Para cada dolencia, una música
Musicoterapia, música para curar
Fernando Garayoa cantando al encierro como buen corredor |
La musicoterapia es una técnica terapéutica que utiliza la
música en todas sus formas con participación activa o receptiva por parte del
paciente. Todos nosotros sabemos reconocer cuándo una canción nos parece alegre
o nos parece triste. Generalmente asociamos nuestro estado de ánimo a la
melodía de numerosas obras de todo tipo. Pues bien, precisamente la
musicoterapia recurre a estas melodías como método para curar o reducir
diversos problemas de salud.
La idea de base es reconocer que gran parte de las enfermedades tienen su origen en el cerebro, quien luego transmite a una parte del cuerpo un estímulo determinado que reproduce una enfermedad. Con la musicoterapia se intenta hacer llegar al cerebro unos estímulos que le lleven a una relajación o anulación de los que reproducen la enfermedad, a través de diversas melodías con las que se pueden conseguir efectos sorprendentes.
Aunque la musicoterapia ya se conoce desde la antigüedad, en personas. Hoy en día se aplica fundamentalmente en desequilibrios nerviosos, influye positivamente sobre el corazón y pulmones, alcoholismo, drogas y como prevención de suicidios, aunque todavía es necesario profundizar mucho más en el tema.
El esquema básico de trabajo en esta disciplina contempla tres aspectos: la interacción positiva del paciente con otros seres, la autoestima y el empleo del ritmo como elemento generador de energía y orden. La musicoterapia actúa como motivación para el desarrollo de autoestima, con técnicas que provoquen en el individuo sentimientos de autorrealización, autoconfianza, autosatisfacción y mucha seguridad en sí mismo. El ritmo, elemento básico, dinámico y potente en la música, es el estímulo orientador de procesos psicomotores que promueven la ejecución de movimientos controlados: desplazamientos para tomar conciencia del espacio vivenciados a través del propio cuerpo.
La Rondalla Armonía, ejemplo de envejecimiento saludable |
En la calle, en Sanfermines: ¡Viva la jota!¡Viva la música! |
José Antonio Montenegro y Fernando Garayoa, dos chantreanos de pro |
No hay comentarios:
Publicar un comentario